VENTO from Jorge Molina Lamothe on Vimeo.
Director creativo: Marçal Moliné
Realizador: Jorge Molina Lamothe
Aerial Camera: Peter Allwork
Agencia: Tandem DDB Needham Campmany Guasch
Crítica de archivo: VW Vento 2.0 TDi
La clave para comprender a este Volkswagen no está en su motor ni en su diseño: está en su nombre. El Vento es el curioso experimento de la firma alemana para vender el mismo auto en todo el mundo, pero con diferente posicionamiento de mercado y con distinto valor en cada país. El secreto, como se dijo, está en los nombres.
En Europa y Estados Unidos, nuestro Vento se llama Jetta y se lanzó para reemplazar al Jetta anterior, que nosotros conocemos como Bora. En Latinoamérica, el Vento no reemplazó al Bora, sino que llegó para posicionarse por encima de él y apenas por debajo del Passat.
Es decir que, mientras en los países desarrollados se paga lo mismo por un auto más moderno (entre el Jetta viejo y el nuevo casi no hay diferencia de precio), en los subdesarrollados hay que pagar más si no se quiere comprar un auto (el Bora) que ya está considerado obsoleto en el resto del mundo y fue discontinuado.
Es la variante sobre ruedas de la famosa “brecha tecnológica”.
El Vento (o Jetta) se produce para todo el mundo en la histórica planta que Volkswagen tiene en Puebla, México, país donde -para mayor confusión- nuestro Bora se llama Jetta y nuestro Vento se llama Bora.
Ya se pueden imaginar el estrés del pobre operario de la cadena de montaje encargado de pegar el nombre en cada auto. Un error, una pequeña distracción, tomar el emblema de la caja equivocada y la sesuda estrategia de posicionamiento de Volkswagen se vendría abajo como un castillo de naipes.
El Vento es un Golf con baúl, pero no está basado en el Golf IV que se vende en nuestro país, sino en el Golf V que nunca llegará acá. Así lo explicó una fuente de Volkswagen Argentina cuando se lanzó el nuevo Passat: “El Golf V es un auto demasiado avanzado tecnológicamente y habría que comercializarlo a un precio bastante más elevado que el actual Golf. Por ahora, el Mercosur deberá conformarse con el Golf IV”.
Desplegar la misma estrategia de mareo nominal que usaron con el Vento-Jetta-Bora no hubiera sido tan fácil con el Golf y, además, habrían dejado al borde del surmenage al pobre operario de los emblemas.
Con 4,55 metros de largo el Vento parece un modelo a escala del Passat. Tiene la misma parrilla cromada tipo barba candado que el Passat le robó a los primos de Audi y casi las mismas ópticas traseras con círculos de leds. Las líneas son armónicas y elegantes, pero no es un auto que sea llamativo y queda claro que tampoco es original.
El habitáculo ofrece un espacio generoso y bien iluminado. La butaca del conductor y el volante tienen regulaciones múltiples. En el asiento trasero el salto en confort con respecto al Bora (nuestro Bora) es notable. La unidad de las fotos es un Vento 2.0 TDi Sportline que viene con un equipamiento muy completo, aunque la variante Elegance ofrece algunos detalles de terminación extra, como tapizados en cuero, asientos de regulación eléctrica y sensor de estacionamiento.
El diseño interior, una vez más, se destaca por su sobriedad. La consola es negra, el tablero es negro y los botones son también negros. El ambiente general es circunspecto, frugal y formal. Aburrido.
Los motores del Vento (a no sorprenderse) son lo mismos que ofrecen las mejores versiones del Bora y las más económicas del Passat. El 2.0 TDi es uno de los motores más brillantes que VW tiene en su gama actual y también lo utilizan algunos modelos de Audi. Con 140 caballos de potencia y 320 Nm de torque a partir de las 1.750 rpm es rendidor y poco gastador. El sonido gasolero se deja sentir sólo en el arranque y el silbido del turbo se escucha con el mismo tono de discreción que caracteriza a todo el auto.
La caja manual de 6 velocidades tiene el ADN histórico de Volkswagen: es corta, precisa y robusta. El Vento también se ofrece con la fabulosa caja secuencial de doble embrague DSG. De esta manera, el Vento se convertirá en el auto más económico en ofrecer la sofisticada transmisión que también equipa uno de los autos más caros del mundo: la Bugatti Veyron de un millón de euros.
Que nadie espere un auto con andar deportivo. El Vento se comporta en sintonía con el mismo espíritu parco de su diseño exterior e interior: está bien balanceado y responde bien en maniobras a alta velocidad, sin sorpresas. Su dirección sobreasistida carece de precisión y transmite escasas sensaciones al volante. Es un auto fácil de manejar en el tránsito cotidiano y no cansa en ruta.
El principal defecto del Vento no radica en la ingeniería, sino en el marketing. Al convivir con el Bora, se ve obligado a llenar un nicho del mercado que nunca debió existir. Con un precio de 116 mil pesos queda ubicado a cinco mil pesos del Passat más accesible, que es un producto muy superior en todo sentido. El Vento no va a defraudar a quien busque un auto cómodo, bien equipado y discreto. Está bien construido y es sólido como una roca. Si se llamara Bora (y por lo tanto lo hubiera reemplazado) sería una maravilla.
FICHA TECNICA
Precio: $ 116.530 (febrero 2009)
Motor: delantero transversal, diesel, 4 cilindros en línea, inyección directa, turbo de geometría variable, intercooler.
Cilindrada: 1.968 cc
Potencia: 140 CV a 4.000 rpm
Transmisión: caja manual de 6 velocidades, tracción delantera con control de estabilidad y de tracción.
Peso: 1.393 kg
Dimensiones: 4.554 mm de largo, 1.781 mm de ancho, 1.459 de alto.
Velocidad máxima: 207 km/h
Aceleración de 0 a 100 km/h: 9,7 segundos
Consumo (litros/100 km): 6,9 (urbano), 4,7 (extra-urbano), 5,5 (mixto)